Educación y capacitación tecnológica

Por Francisco Javier Almellones / 29 de julio de 2013 / Fuente: A un clic de las TIC


Que el modelo educativo en España está algo desfasado considero que es poco discutible. Me niego a creer que sea un problema de genética que países como Finlandia comiencen la educación de sus jóvenes tres años más tarde que España y que terminen la educación básica sabiendo casi 5 idiomas, cuando en nuestro país a duras penas llegamos al inglés, ¡pero qué digo al inglés! ¡Si cada día cuesta más llegar a nuestra propia lengua nativa!
Para entrar en la Universidad finlandesa, aparte de requerir una de las calificaciones medias más altas (un 9 sobre 10), los aspirantes a profesores de primaria son seleccionados y duramente evaluados y deben superar varias pruebas, entre las que se encuentran algunas como la capacidad de comunicación y empatía o una de aptitudes tecnológicas.

En España el uso de las nuevas tecnologías en los colegios, al menos en los públicos, es algo prácticamente inexistente. Y soy categórico porque hablo de “uso”, no de la existencia de tecnología en los colegios, ya que el que más o el que menos tiene un aula de informática y alguna que otra pizarra electrónica. Ahora bien, ¿se usan?, ¿cada cuánto?, ¿para qué?, ¿están los profesores de nuestros niños preparados para usarlas?, porque los niños sí que lo están, de eso no hay duda.

Mi hija ha visto una pizarra digital, sabe describirme cómo es y, sin embargo, no sabe si hace mucho o poco ruido, o si echa humo al arrancar.

En 2010, dentro de la iniciativa Escuela 2.0, la Junta de Andalucía repartió ordenadores portátiles (netbooks) a niños de quinto y sexto de primaria. Estos equipos llevaban un sistema operativo basado en software libre (Guadalinex) para que el coste resultara menor, lo cual me parecería perfecto, si no fuera porque la gran mayoría de ellos no se llegaron a usar con funciones educativas.

Una búsqueda rápida por los foros de Internet nos aporta unos cuantos comentarios acerca de la poca preparación que recibieron el profesorado y los alumnos para el uso de este “Windows tan raro”, como he leído por ahí.

¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué no se prepara y se motiva a los profesores adecuadamente para que usen las nuevas tecnologías y sepan además transmitir dicho conocimiento? Sea o no masivo el despliegue de tecnología en las aulas, la poca que hay no se utiliza, salvo en contadas excepciones.

No quiero criticar la capacidad de los profesores, nada más lejos de mi intención, pero quizás sí su preparación. Sin ánimos de polemizar, me gustaría llamar la atención respecto al sistema educativo español y por qué las reformas, que con cierta frecuencia se han ido realizando en los últimos años, no han hecho más que aligerar la carga de conocimiento de nuestros futuros profesionales, los alumnos de hoy, cuando por simple evolución, acceso a la información y disponibilidad de medios, nuestros niños están sobradamente capacitados para absorber el conocimientos necesario para el uso de nuevas tecnologías.

En algunos países ya se está sembrando el debate, no sólo sobre nuevos modelos educativos, sino también sobre nuevas materias, las cuales incluyen desde habilidades sociales a materias como la programación de ordenadores.

Code.org es una fundación sin ánimo de lucro que centra sus esfuerzos en promover la educación en programación de ordenadores y se plantea una cuestión muy interesante: si enseñamos a los niños a usar tecnología, ¿por qué no enseñarles a crearla?

En el video que abre su página web, aparecen varios personajes famosos hablando acerca de la programación, de lo que significa para el pensamiento creativo y la resolución de problemas. En él participan reputadas figuras del mundo de la tecnología como Steve Jobs (fundador de Apple) o Mark Zuckerberg (fundador de Facebook), y algunos menos afines con ese entorno, como el jugador de la NBA All-Star Chris Bosh, el cual cuenta que aprendió programación en el colegio, o will.i.am el creador del grupo musical Black Eyed Peas, que ha decidido aprender a programar.


El video pone de manifiesto que los grandes triunfadores en el sector de las TIC comenzaron su relación con los ordenadores a edades muy tempranas: Bill Gates (creador de Microsoft) a los trece años y Jack Dorsey (creador de Twitter y Square) a los ocho.

Junto a otras opiniones, hay dos ideas en las que varios de los entrevistados coinciden:
  • Hoy en día, y aún más en el futuro, los ordenadores y la tecnología en general se encuentran en todos los ámbitos de la vida cotidiana y prácticamente en todas las áreas profesionales.
  • Aprender a programar te enseña a pensar de forma diferente, y esto es una habilidad que puedes usar en tu vida, te dediques o no al ámbito de la tecnología.
Afortunadamente en España también hay empresas concienciadas sobre la importancia que el aprendizaje de nuevas tecnologías tiene para nuestro futuro.Telefónica acaba de lanzar los programas Talentum, orientados al descubrimiento e impulso del talento joven e innovador dentro de las universidades. Dentro de esta iniciativa también se encuentra la Talentum School, un proyecto para la formación básica en programación a niños de entre 7 y 15 años.

Comienza con un curso básico de programación visual con Scratch, pero está previsto incorporar poco a poco talleres de robótica, realidad aumentada, web y creación de aplicaciones para dispositivos móviles. Además, se completará con una serie de recursos web con contenido didáctico accesible on line.

De momento ha arrancado de forma limitada en unas pocas provincias españolas (Valencia, Madrid, Sevilla, Barcelona y Bilbao). Esperemos que pronto se lance a mayor escala y el número de plazas vaya en aumento. He tenido la enorme suerte de participar en las sesiones organizadas en Madrid y he de decir que se trata de una estupenda experiencia para los jóvenes. Desde aquí quiero animar a los compañeros a seguir con este fantástico trabajo que están haciendo.

Quiero sincronizar el final de este post con el del video que antes mencionaba, que termina con la siguiente frase:
Un millón de los mejores trabajos en América quedarán sin cubrir, porque sólo una de cada diez escuelas enseña a los estudiantes a programar.
¿Cuántos quedarán sin cubrir en nuestro país? Personalmente creo que ni siquiera nos hemos planteado esa cuestión. Bien es cierto que en la actual situación económica el conocimiento en programación no da garantías adicionales, pero nunca está de más estar preparados por si los gurús no fallan en sus predicciones.


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