Aprendizaje autónomo, proceso esencial para fortalecer una educación a distancia en tiempos de pandemia y postpandemia

Paweł Kuczyński - Climbing

En tiempos en los que las personas estamos sometidas a un aislamiento social o distanciamiento físico continuado como medida para la prevención de infección por covid-19, se hace necesario reinventar nuestros modos de ser, aprender y trabajar. Hasta que no haya una vacunación masiva que garantice la inmunidad necesaria, estaremos así por, al menos, un año más, lo que provocará cambios permanentes, como en efecto ya está sucediendo. Porque la vida debe seguir adelante.

Como parte de los hechos importantes de nuestra vida que deben coninuar está el aprendizaje, la escolarización, la formación académica y la capacitación profesional. De ahí la importancia de desarrollar estrategias que nos ayuden en nuestro proceso de adaptación y prosecución de estudios a distancia.

Considerando que logísticamente es imposible la atención personalizada, los educadores y también los estudiantes deben afrontar esta dificultad recurriendo a una de las capacidades naturales que tenemos las personas: el aprendizaje autónomo. Es un proceso cognitivo y socio-afectivo complejo en el que intervienen factores como la motivación, el contexto, el objeto de aprendizaje, la autorregulación, entre otros, que ayudan al individuo a desarrollar competencias y dominar contenidos necesarios para su desempeño exitoso en la vida y en el trabajo.

El aprendizaje autónomo se desarrolla de manera espontánea en la vida cotidiana y de manera intencional en el contexto formal escolar. El desafío es lograr que sea efectivo en ambos ambientes, es decir, significativo, funcional y de valor para el sujeto.

Por ello, para que sea efectivo en los actuales procesos formativos a distancia mediados por TIC, es preciso que tanto profesores como estudiantes se comprometan a adoptar una postura de aprendizaje activo que trascienda los límites de horario y estructura tecnológica, de tal modo que el aprendizaje se acelere y se profundice por decisión del aprendiz más que por acción del docente.

El docente debe pensar estrategias que faciliten al estudiante desarrollar actividades de aprendizaje en tiempo diferido, disminuir la carga horario de conexión en tiempo real y flexibilizar o ampliar los plazos de entrega de los trabajos y asignaciones de cada estudiante. Y el estudiante debe ser autodisciplinado, administrar su tiempo, establecer horarios y ténicas de estudio, regular su ritmo y cumplir con sus deberes dentro del margen otrogado o acordado con el docente, y pedir ayuda a tiempo cuando la requiera.

Aunque ambos son responsables del proceso, el peso mayor de esta responsabilidad recae sobre el estudiante quien tiene la necesidad de aprender y de formarse según sus intereses y capacidades.

Evidentemente, no es una tarea que hará totalmente en solitario y desordenada, pues el docente ha de acompañarle, brindarle la orientación que éste requiera y ayudarle a procesar información y construir conocimiento; fundamentalmente ayudrle a descubrir su potencial y crear su propia metología de aprendizaje.

Considerando que en nuestros sistemas educativos aún predomina una enseñanza centrada en el docente, figura de autoridad y fuente de conocimiento válida, es esencial que el docente tome conciencia y modifique intencionalmente este rol jerárquico que ya no es funcional en esta era.

Es tiempo de migrar a una enseñanza centrada en el estudiante, autor y protagonista de su aprendizaje y autorrealización personal. En esta transición es clave que el docente no abandone al estudiante, configurando una metodología orientada a la delegación progresiva y consciente de la responsabilidad de aprender a aprender.

Debemos insistir en que el docente sigue teniendo responsabilidad en la formación de sus estudiantes, pero ya no como autoridad única y válidad desde la que unidireccionalmente se conduce el proceso, sino como un acompañante experto que orienta, apoya, asesora, aclara y muestra parte del camino por el que, a su juicio y por mandato del sistema educativo, sus estudiantes deberían transitar hasta alcanzar el nivel de desarrollo competencial aspirado.

No queremos ser exhaustivos en este artículo ya que existe abundante literatura que recomendamos revisar. El propósito de estos párrafos es más bien llamar la atención sobre el aprendizaje autónomo como proceso esencial que educadores y estudiantes deberían tener en cuenta para el éxito de sus respectivos roles en el contexto del siglo XXI en el que crecientemente se demandan ciudadanos responsables y profesionales competentes y productivos capaces de pensar críticamente, resolver problemas, tomar decisiones y desenvolverse con autonomía en entornos dinámicos dominados por las Tecnologías de Información y Comunicación.

Para finalizar compartimos en Genially una presentación introductoria que hemos preparado para nuestros colegas de la UARM. En ella resumimos los fundamentos teóricos del aprendizaje autónomo, recomendamos nueve estrategias integradoras y listados una bibliografía básica sobre la temática.

Fuentes recomendadas:

González, C., Vargas-Carduño, M., Del Campo y Méndez, P. (2017). Estrategias que favorecen el aprendizaje autónomo en estudiantes universitarios. Caleidoscopio - Revista semestral de Ciencias Sociales y Humanidades, 21(37), 75-90. Disponible: https://revistas.uaa.mx/index.php/caleidoscopio/article/view/903 

Denise Caroline Argüelles Pabón y Nofal Nagles García (2010). Estrategias para promover procesos de aprendizaje autónomo. Disponible: https://docer.com.ar/doc/e5081n

María Luisa Crispín Bernardo (Coord.) et al. (2011). Aprendizaje autónomo: orientaciones para la docencia. Disponible: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Mexico/dcsyp-uia/20170517031227/pdf_671.pdf

Chica, C. (2010). Factores de la enseñanza que favorecen el aprendizaje autónomo en torno a las actividades de aprendizaje. Reflexiones Teológicas, núm. 6, (167-195) Sep.-dic. de 2010. Bogotá, Colombia. ISSN 2011-1991. Disponible: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3709190

Sibelman, M. (1998). Aprendizaje activo: 101 estrategias para enseñar cualquier tema. Editorial Troquel, (5ta reimpresión). Disponible: https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjn_cjPnKHuAhU7HrkGHVqIDKAQFjAAegQIARAC&url=https%3A%2F%2Fjosedominguezblog.files.wordpress.com%2F2015%2F06%2Faprendazaje-activo-101-estrategias-para-ensenar-1.pdf&usg=AOvVaw2JFyHfYUf3Nzf-bxju__2e